La gestión de Boric, sometida a examen feminista
Seis representantes de distintas disciplinas evalúan lo conseguido hasta ahora por la Administración izquierdista y plantean las principales deudas pendientes
Las mujeres menores de 50 años le abrieron las puertas de La Moneda a Gabriel Boric, concluyeron un año atrás los analistas políticos tras revisar los datos de participación. Mientras más jóvenes, más apoyo. El izquierdista se comprometió entonces a liderar un Gobierno feminista. El primero de América Latina. Doce meses después de asumir el cargo, seis mujeres de las ciencias sociales, las artes y el activismo someten a examen la declaración de principios del mandatario. Los aciertos se repiten independiente del sector al que representan: establecer la paridad ministerial como un punto de partida, incorporar por primera vez el ministerio de la Mujer, liderado por Antonia Orellana, al comité político -la mesa chica del poder-, y poner en funcionamiento el Registro de Deudores de Pensiones de Alimentos.
Sobre el Registro, Isabel Plá, ministra de la Mujer del segundo mandato de Sebastián Piñera (2018-2022), apunta que se trata de una ley promulgada en el Gobierno anterior “que le ha tocado implementar al actual”. Como otras, también destaca la incorporación de la Fiscalía al Circuito Intersectorial de Feminicidios (CIF), el mecanismo de coordinación interinstitucional que busca garantizar la protección y la atención integral a víctimas de feminicidios. Más allá de eso y “dadas las expectativas que generó la definición ‘feminista’ del Gobierno”, Plá considera que se han hecho pocos avances en materias relevantes, pero ve un giro hacia “las prioridades de las chilenas”, como el impulso a la universalidad de las salas de cuidado de niños.
Antes de entrar en los balances, la exconvencional y cabeza de la Coordinadora 8M, Alondra Carrillo, aclara que lo de “Gobierno feminista” fue una decisión que surgió de los partidos del oficialismo, no de las feministas. “No acudimos a las urnas desde el movimiento con esa expectativa”, sostiene. La politóloga María de los Ángeles Fernández, presidenta de la Fundación Hay Mujeres, advierte que se trata de una declaración todavía excepcional en el mundo “y que contribuye, junto con otros elementos, a abonar esa idea de ‘laboratorio’ que acompaña a Chile a lo largo de su devenir reciente”.
Carrillo ve con buenos ojos el proyecto de ley para reformar el sistema previsional, que actualmente funciona de manera “perversa” para las trabajadoras. La brecha en las pensiones entre hombres y mujeres es del 40%. Carrillo aclara que les preocupa la idea de extender la edad de jubilación de las mujeres de 60 a 65 años. Como otras consultadas para este artículo, critica que el Gobierno no haya realizado anuncios el Día Internacional de la Mujer sobre la concreción del Sistema Nacional de Cuidados, una promesa de campaña de Boric para apoyar con capacitación y empleo formal a las personas dedicadas a cuidar a otras.
“El triunfo de Gabriel Boric se debió mucho a las mujeres. y a un programa con propuestas de avances feministas que, no podemos negar, hubiese tenido un correlato más fácil en términos de impulso si hubiese ganado el apruebo” en el referéndum constitucional, plantea Alejandra Sepúlveda, presidenta de la organización Comunidad Mujer, que promueve los derechos y los avances en la igualdad. La fragmentación en el Congreso, señala, ha sido otra piedra de tope para la Administración de izquierda. Uno de los aciertos que remarca Sepúlveda ha sido la reducción de la jornada laboral a 40 horas, que incluye la adaptabilidad de la jornada de padres trabajadores para cumplir con la necesidad de cuidado de hijos menores de 12 años: “Es positivo, pero hay que avanzar en reconocer que el cuidado no es solo infantil”.
Alejado de los logros legislativos, la escritora Carmen Gloria López, autora de Ojos que no ven (Sudamericana, 2022) destaca del primer año de Gobierno en materia de género el tipo de hombre que es Boric y su tono. “Se define como feminista, escucha, pide perdón. Lo vemos en terreno genuinamente empático. Ese modelo de masculinidad dista de la tóxica patriarcal del winner que se las sabe todas”, afirma. La también periodista y guionista celebra que instala un lenguaje y una manera de conversar que valora elementos asociados a lo femenino, algo que ve en otros líderes como el canadiense Justin Trudeau.
Las deudas pendientes
Entre los desafíos que debería asumir el Gobierno de Boric desde el prisma feminista, la politóloga Fernández señala acelerar la inserción de las mujeres en el mercado laboral y eliminar las brechas de género. “Aunque la participación laboral de las chilenas aumentó de 44,9% a 52,5%, el país sigue entre los países de la OCDE con menos resultados”, apunta. También remarca que no se ha avanzado en uno de los temas más asociados a la ministra de Orellana, que proviene del ámbito de la lucha contra la violencia de género: la aprobación del proyecto de ley integral por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, que fue presentado por la presidenta Michelle Bachelet en 2017.
Lorena Astudillo, coordinadora nacional de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, celebra que el Gobierno escuche a las organizaciones feministas y tenga en puestos de poder a activistas del movimiento, pero subraya que están al debe en la promoción de las vidas libres de violencia machista. “Ahora se sanciona una vez que ya está hecho (el delito). Tienen que eliminar la educación sexista, supervigilar los medios de comunicación por la forma en la que informan e insistir en la reforma tributaria”, plantea la abogada, que recuerda que muchas de las políticas públicas en favor de las mujeres están amarradas al proyecto fiscal.
La exministra de la Mujer añade la necesidad de modificar la sociedad conyugal, “para que la mujer administre también los bienes”. Es una reforma que se ha intentado sacar adelante en varias oportunidades y ha conseguido un acuerdo político. La escritora López cree que el Gobierno debe instalar una mirada más amplia del feminismo. “Ningunear otras expresiones no es muy bueno”, señala, e invita a enfocarse en las demandas que unen a los distintos movimientos: igualdad salarial, no discriminación, trabajo doméstico remunerado y educación efectiva para eliminar la violencia de género.
Fuente: El País 11/3/2023