El viaje a Israel
VIAJAR reporta puras bondades. Salvo sufrir una severa aerofobia que impida subirse a un avión ¿quién se negaría, en principio, a conocer otras latitudes y disfrutar de impactos positivos avalados, además, por la ciencia? Y si es bueno para los individuos ¿por qué no podría serlo para las comunidades? Más en el caso de la nuestra, marcada históricamente por ires y venires. Ahí están el Camino de Santiago y la emigración, por nombrar dos importantes fenómenos que ayudan a explicar la identidad que abrazamos. Es un deber de la máxima autoridad dar a conocer Galicia en los más diversos ámbitos, como también explorar oportunidades y abrir nuevos mercados. Si ello viene sostenido, además, por una estrategia gallega en el exterior como la recientemente aprobada, tanto mejor. Vista la agilidad de la Generalitat de Cataluña para abrir embajadas, daba la impresión de que nosotros estábamos resultando un tanto quedados en estas lides.
En ese marco, resulta interesante el reciente viaje de Alberto Núñez Feijoó, presidente de la Xunta, a Israel, segunda potencia tecnológica del mundo, con el fin de “contactar con agentes activos y tomar nota de las novedades en los sectores más punteros de ese país”. Con pocos recursos, Israel cuenta con 92 registros de compañías en el Nasdaq, la bolsa de empresas tecnológicas a nivel mundial, ocupando el tercer puesto en dicho ranking, y tan solo por detrás de Estados Unidos y China. Ha logrado generar un entorno que rivaliza con Silicon Valley como producto de una singular combinación de educación, conexión universidad-empresa e I+D junto con inversión público-privada. Se suma a ello un tipo de servicio militar que posibilita que, a su término, los ingenieros pueden aplicar la tecnología desarrollada al ámbito empresarial. Esperamos que el periplo haya servido para tomar nota de un importante dato: la presencia femenina en la alta tecnología la que, ya en 2015, era de 36,2 %.
Por eso, no se entienden las razones de la crítica opositora. Los nacionalistas preferirían que el presidente “no fuera a un Estado sionista” que practica una “política de acoso a los derechos humanos”. Si se trata de ponerse puristas, Galicia debiera optar prácticamente por el aislamiento porque, según la última edición del Índice de Democracia anual de The Economist Intelligence Unit (EIU), habría solo 19 países con democracias plenas en el mundo.
Durante el viaje, la comitiva habría trasladado un mensaje institucional: “cualquier empresa que quiera asentarse en Galicia, que necesite financiamiento, capital de riesgo, ayudas e incentivos de la Administración, tendrá a su disposición a la Xunta”, informando de la existencia de herramientas como la oficina Doing Business, la ley de impulso industrial o el Plan Innova 2020.
Fuente: elcorreogallego.es 06/02/2018