Nacionalidad y demografía
El desafío soberanista catalán ha posibilitado la expresión, en forma visible y masiva, de la identidad española. La opción unilateral por la independencia generó la estructura de oportunidades políticas para que la bandera, como símbolo más evidente, haya encontrado un lugar en muchos balcones de España.
La evolución reciente del derecho de nacionalidad los ha ido excluyendo, por contraste con su vínculo emocional con España y todo lo que ella representa. En tal situación, han resultado eficaces distintos agentes, desde las propias familias hasta un Estado que, hoy, paradójicamente, les da la espalda.
Se trata de nietos de abuela española, de español nacionalizado en el país de acogida por razones económicas y los que perdieron la nacionalidad al desconocer que tenían que ratificarla al llegar a la mayoría de edad. Súmense los hijos mayores de edad de quienes accedieron a la nacionalidad gracias a la Ley de Memoria Histórica. Por contraste, la situación de dicho colectivo resulta más sorprendente porque se ha conocido la concesión de la nacionalidad española a extranjeros con detenciones o sentencias firmes. Dicen que fue por error.
Es un asunto de justicia con el pasado. Las remesas enviadas por sus antepasados fue- ron la principal fuente de liquidez monetaria de la economía gallega durante parte importante del siglo XX. Pero, sobre todo, se trata de hablar de futuro. Urge dar respuestas a los problemas de competitividad que Galicia enfrenta y donde la demografía constituye un importante vector.
Fuente: elcorreogallego.es 30/11/2017